lunes, 13 de diciembre de 2010

TRABAJO FINAL- SEMINARIO DESARROLLO ECONÓMICO SOSTENIBLE

ENSAYO:
EL DESARROLLO ECONÓMICO SOSTENIBLE BEBE PROPENDER POR LA PROTECCIÓN A LOS PRINCIPIOS DE DIGNIDAD HUMANA Y EQUIDAD SOCIAL



ANDRÉS FELIPE JIMÉNEZ RUIZ



SEMINARIO: DESARROLLO ECONÓMICO SOSTENIBLE


MAESTRIA EN DESARROLLO
SOSTENIBLE Y MEDIO AMBIENTE


UNIVERSIDAD DE MANIZALES

MEDELLIN
2010



RESUMEN:

La humanidad se ve enfrentada al reto de replantear los “modelos de desarrollo” basados exclusivamente en la idea de progreso, debido a que han ocasionado profundos deterioros que comprometen el futuro ambiental del planeta. Es necesario que la humanidad innove modelos de desarrollo económico que no comprometan el bienestar de las generaciones futuras.

El medio ambiente y el desarrollo sostenible son conceptos que no se miran por separado dentro del contexto actual de la economía. Medio ambiente está íntimamente ligado con el desarrollo económico y éste último ha afectado y actualmente afecta el medio ambiente. En el caso colombiano, como en casi todos los países del mundo, el modelo de desarrollo adoptado determina en cierta medida cómo el sector productivo se interrelaciona e influye en el medio ambiente y los recursos naturales. Es así como el 19 de julio del presente año el Gobierno Nacional expidió el Decreto 2608 por medio del cual se aplica provisionalmente la "Decisión del Consejo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que establece un centro de desarrollo de la organización", adoptada por el Consejo en su vigésimo novena Reunión, en París, el 23 de octubre de 1962, y el "Acuerdo mediante canje de notas entre el Gobierno de Colombia y la Secretaría General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), para la vinculación de Colombia como miembro del centro de desarrollo de la OCDE", concluido el 24 de julio de 2008.

Así, los modelos proteccionistas y de globalización de la economía colombiana que han afectado y aún afectan a nuestros recursos naturales se ajustarán a un modelo internacional en aras a obtener un desarrollo sostenible.

Pese a lo anterior, no se debe dejar de lado ni olvidar que Colombia posee un patrimonio envidiable; sin embargo su aprovechamiento no ha sido el más adecuado, hasta el punto que nos encontramos a portas de una crisis de disponibilidad de recursos naturales. Nuestro futuro está determinado por el manejo que estamos dando y daremos al medio ambiente ya que es nuestra responsabilidad el bienestar de las generaciones futuras.
En la actualidad, las desigualdades existentes se han recrudecido más, tanto en el interior de las naciones como en grandes zonas del mundo.

En el ámbito internacional existe un amplio consenso para luchar contra la pobreza, (que impide una calidad de vida digna para las dos terceras partes de la humanidad), proponiendo una serie de políticas en torno a la dinámica demográfica, la protección y fomento de la salud humana, el desarrollo sostenible, la lucha contra la deforestación (desertización, las sequías, etc.).

La ciencia económica parte de dos supuestos fuertes: la escasez y la insaciabilidad. Esto implica que el desarrollo económico en toda sociedad se puede estructurar en una serie de premisas: las personas eligen entre alternativas por lo que toda acción tiene un costo; el comportamiento humano es intencional y opcional; la gente responde a incentivos y a desestímulos; la escala de valores de cada individuo es particular, cada persona opta según sus prioridades; la producción y el comercio generan riqueza; las acciones económicas suelen tener efectos secundarios no previsibles.

De acuerdo con tales premisas, algunos economistas plantean los factores que refuerzan la generación de riqueza en un país, así:

a) La existencia de una atmósfera social en la que todos esperan recibir un tratamiento justo.
b) Un sistema educacional efectivo y accesible que provea de las competencias básicas, que fomente la curiosidad, la crítica, el análisis, la creación, la inconformidad e impulse la capacidad de buscar soluciones económicas sostenibles.


INTRODUCCIÓN:

El debate sobre el desarrollo (entendido en términos sociales) se remonta al Siglo XVIII. Pese a este largo tiempo que se viene hablando de desarrollo, su significado es aún equívoco. Según el contexto donde se utilice puede significar aumento, progreso, adelanto, mejora, crecimiento, desenvolvimiento, incremento, ampliación, bienestar, prosperidad, riqueza, perfeccionamiento, avance, auge.
En el aspecto económico el desarrollo se ha entendido como incremento del Producto Interno Bruto -PIB- y del ingreso nacional per capita. Con base en el PIB per capita el Banco Mundial ha clasificado los países en: de ingresos altos, de ingresos medios y de ingresos bajos (Países de ingresos bajos son los que en 1992 tenían un PIB per cápita de hasta $US 675. Países de ingreso mediano son los que tenían un PIB per cápita superior a $675, pero inferior a $8.356 y países de ingresos altos los que tenían un ingreso PIB per cápita de $8.356 o más. Informe sobre el Desarrollo Mundial 1994. Banco Mundial. Washington, D.C).
Sin embargo, el crecimiento económico no conduce necesariamente al desarrollo. El desarrollo, en el sentido que aquí le damos, implica mejora general en la calidad de vida y bienestar de las personas. Los componentes del bienestar socio-económico son la base del desarrollo. Entre otros se pueden mencionar: el ingreso, el empleo, la educación, la salud, la nutrición, la vivienda, la recreación, la participación, los servicios (agua, electricidad, transporte, diversión, protección y seguridad).
El desarrollo, como proceso social, se inscribe en las teorías del cambio social. Una teoría del cambio social lleva implícita la variable tiempo y está inexorablemente unida a la experiencia humana. En este orden de ideas, el concepto de desarrollo tiene que ver con la calidad de vida de las personas, las familias, las comunidades y las sociedades humanas, no con las cosas ni con los recursos. Por ello se concibe el desarrollo de las comunidades como el proceso de cambio que le permite a los individuos su crecimiento, tanto individual como colectivo, a través de la potencialización tanto de las capacidades materiales, como de las espirituales. No se trata, por lo tanto, de la satisfacción de las necesidades biológicas y materiales, sino de la realización plena de todos los individuos dentro de la sociedad, a través del logro de sus aspiraciones. Incluye: 1. Mejora del nivel de vida de las personas, a través de incrementos y mejor distribución del ingreso. 2. Creación de condiciones que promuevan la autoestima y el incremento de la libertad de elección de las personas.
Entender la interrelación y problemática entre desarrollo y medio ambiente implica entender el concepto de desarrollo sostenible, concepto nuevo en el contexto mundial, que surge como una necesidad de enmarcar en un concepto una nueva forma de entender y mirar el desarrollo, concepto que expresa una confrontación política. En 1980, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) presenta un concepto de desarrollo sostenible fundamentado en la necesidad de la conservación de lo natural, sin proponer la revisión del estilo de desarrollo dominante. En 1987, en el documento Nuestro futuro común de la Comisión Brundtland, se definió el desarrollo sostenible como el: “que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad para que las futuras generaciones puedan satisfacer sus propias necesidades”.

Definición que es una categoría que gira en torno a la sustentabilidad del crecimiento económico. Desde entonces el concepto de desarrollo sostenible se ha venido cuestionando y desarrollando.

En Colombia se definió el desarrollo sostenible como: “el que conduzca al crecimiento económico, a la elevación de la calidad de la vida y al bienestar social, sin agotar la base de recursos naturales renovables en que se sustenta, ni deteriorar el medio ambiente o el derecho de las generaciones futuras a utilizarlo para la satisfacción de sus propias necesidades” (Ley 99 de 1993, artículo 3).

En la actualidad, la idea que tiende a aceptarse en todo el mundo es que los problemas del medio ambiente son los problemas de desarrollo y que la meta del desarrollo sostenible debe ser la de conciliar el crecimiento económico para la población en general, presente y futura, con la renovabilidad de los recursos, proceso que implica cambios políticos, económicos, fiscales, industriales y de manejo de los recursos naturales, bióticos y energéticos.

Hoy en día, partiendo de ciertos postulados comunes, se dice que si bien la sostenibilidad implica lo ecológico, lo económico y la diversidad cultural, las expresiones de desarrollo sostenible son diversas en cada lugar, tanto por las diferencias biofísicas como por las diferencias culturales. El cómo lograrlo, es decir, la estrategia a seguir debe ser definida por cada proceso social particular (GONZÁLEZ, 1997).


CONTENIDO:

SOSTENIBILIDAD DESDE LAS TEORÍAS DESARROLLISTAS Y AMBIENTALISTAS
El término sustentabilidad con la carga de ambigüedad que conlleva es hoy el campo de experiencia común que permite el diálogo entre desarrollistas y ambientalistas. A los primeros sus viejos planteamientos centrados en el crecimiento económico les resultan insuficientes en esta época. A los otros su manera contemplativa y romántica de concebir el ambiente y la naturaleza tampoco les resultan prácticos y convincentes. Unos y otros han adoptado por moda o por necesidad el término sustentabilidad. Veamos con la menor carga de ambigüedad y subjetividad lo queremos significar con este término.
La palabra sustentar viene del latín sustenere, que significa sostener o mantener en alto. "En el contexto de los recursos naturales y del medio ambiente sustentar significaría entonces -literalmente- mantener o prolongar el uso productivo de los recursos, y la integridad de la base de recursos" (DIXON, John A. y FALLON, Louse A.. El concepto de sustentabilidad: Sus orígenes, alcances y utilidad en la formulación de políticas. En: Desarrollo y Medio Ambiente. Un enfoque integrador. CIEPLAN. Chile, 1991. p 50).
El concepto puede utilizarse de tres maneras:
1. Como indicador físico para un recurso individual.
2. Como indicador físico para un grupo de recursos o un ecosistema.
3. Como indicador físico-socio-económico o de desarrollo sostenible.
1. En el primer caso el concepto se restringe al contexto de los recursos biológicamente renovables. Ejemplo: flora, fauna, suelo, agua. En este caso la sustentabilidad significa la utilización de no más del incremento en un tiempo determinado de los recursos, sin reducir el stock físico. El límite de extracción utilizado es el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS). Este concepto puede aplicarse a la tala máxima, la extracción pesquera y el bombeo máximo sustentables.
2. En el segundo caso, el concepto de sustentabilidad se aplica a un conjunto de recursos o un ecosistema. Al igual que en el caso anterior, la sustentabilidad se mide en términos físicos, pero no de un recurso tomado individualmente, sino teniendo en cuenta sus múltiples interacciones en el ecosistema. En el bosque tropical, por ejemplo, la extracción de una especie, calculada en términos de su Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), puede afectar la presencia de otras especies vegetales o animales o poner en peligro el balance hídrico de la zona.
3. La sustentabilidad en el tercer caso tiene que ver con el "desarrollo sustentable", es decir con el aumento sostenido del nivel de bienestar individual y colectivo de la sociedad. La Comisión Brundtland (WCED 1987) definió el desarrollo sustentable como la capacidad de los individuos para satisfacer sus necesidades sin comprometer la base de recursos para que las futuras generaciones pudieran satisfacer las propias.
Hay en este concepto dos elementos inseparables: Medio Ambiente Y desarrollo. El medio ambiente es el espacio donde vivimos todos, y sintetiza la compleja red de relaciones entre sociedad y naturaleza en un momento determinado. El desarrollo es el proceso social que le permite a los individuos y grupos humanos mejorar su bienestar, a través de la satisfacción de sus necesidades y sus aspiraciones. Un desarrollo que a la par que mejora las condiciones económicas sea sostenible social y medioambientalmente, es decir, reduzca la desigualdad, la pobreza y la degradación ambiental.
El desarrollo sostenible busca que las generaciones de hoy satisfagan sus necesidades sin comprometer la base de recursos para que las futuras generaciones satisfagan las suyas. "Es un proceso de cambio en el cual la explotación de los recursos, la orientación de la evolución tecnológica y la modificación de las instituciones están acordes y acrecientan el potencial actual y futuro para satisfacer las necesidades y aspiraciones humanas". Comprende dos conceptos esenciales: el concepto de "necesidades", en particular las necesidades de los pobres, y las "limitaciones" impuestas por la tecnología y la organización social entre la capacidad del medio ambiente para satisfacer las necesidades presentes y futuras.
"La satisfacción de las necesidades esenciales exige no sólo una nueva era de crecimiento económico para las naciones donde los pobres constituyen la mayoría, sino la garantía de que estos pobres recibirán la parte que les corresponde de los recursos necesarios para su crecimiento" (COMISIÓN MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE Y DEL DESARROLLO. Informe Nuestro Futuro Común. Alianza Editorial. Bogotá, 1988. p 29). Pero el concepto de necesidades nos puede conducir a una trampa: El consumismo sin límites. E. From nos sintetiza esta falacia de esta manera: "Las necesidades siguen siempre produciéndose y por lo tanto no existe ningún término, y el hombre espera como un perpetuo lactante con la boca abierta a que lo alimenten, más y más y más". El planteamiento de From es consonante con uno de los valores de la sociedad industrial, que considera que la actividad económica debe generar ganancia, o parodiando a Franklin: si de las vacas se saca manteca de los hombres dinero.
El estado del medio ambiente biofísico y social y de la base de recursos naturales en cualquier región en particular es el resultado de complejas interacciones entre los ecosistemas locales y las actividades humanas. Estas últimas están condicionadas por los sistemas económicos, los procesos sociales y culturales, el sistema político, los sistemas administrativo y legal y las tecnologías que se están utilizando.
En general, la sostenibilidad tiene que ver con los aspectos ecológicos, económicos y sociales. La sostenibilidad ecológica se refiere a que los ecosistemas en uso mantienen a través del tiempo las características fundamentales en cuanto a componentes e interacciones en forma indefinida. La sostenibilidad económica en el sentido en que el sistema produce una rentabilidad razonable y estable a lo largo del tiempo para quien lo administra, que hace atractivo su manejo. La sostenibilidad social en el sentido que tanto el sistema económico como el ecosistema son compatibles con los valores culturales y éticos de la sociedad.
El concepto de desarrollo sustentable implica límites no absolutos impuestos por:
1. El estado actual de la tecnología y la organización social sobre los recursos y el medio ambiente. Límites en las fuentes.
2. La capacidad de la biosfera para absorber los desechos originados en la actividad humana. Límites en los vertederos.
Pero no sólo la producción de desechos materiales, sino de la misma contaminación social, que es tan o más dramática que la primera. En palabras de Octavio Paz: "la contaminación no sólo infesta el aire, los ríos y los bosques, sino también las almas. Una sociedad poseída por el frenesí de producir más para consumir más tiende a convertir las ideas, los sentimientos, el arte, el amor, la amistad y las personas mismas en objetos de consumo. Todo se vuelve cosa que se compra, se usa y se tira al basurero. Ninguna sociedad había producido tantos desechos como la nuestra. Desechos materiales y morales". (PAZ, Octavio. Tiempo nublado. Citado por F. Giraldo y H.F. López en metamorfosis de la modernidad; en Colombia despertar de la modernidad. Foro Nacional por Colombia. Bogotá, 1991. p. 302).
Se puede decir que hay múltiples factores que afectan el medio ambiente, y por ende la sustentabilidad del desarrollo. Entre ellos se pueden mencionar:
1. Demográficos: el tamaño de la población, el incremento de la población, la migración rural y urbana.
2. Económicos: el ingreso y su distribución, la concentración de la tierra y sus diferentes formas de tenencia y los niveles de pobreza e indigencia.
3. Culturales: El estilo de vida, los niveles de consumo (utilización de recursos tanto renovables como no renovables), la producción de residuos.
4. Políticos: el estilo y los modelos de desarrollo imperantes, las políticas macroeconómicas y sectoriales.
ESTRATEGIAS DE DESARROLLO E IMPACTO AMBIENTAL EN COLOMBIA

En Colombia, la estrategia de desarrollo en la segunda mitad del siglo XX y hasta la década de los noventa, se caracterizó por una política proteccionista, para favorecer el desarrollo industrial nacional. En general, se impulsó el modelo de sustitución de importaciones en combinación con la promoción de exportaciones.

A partir de 1990, el país se insertó en la propuesta de globalización promovida por los países de mayor desarrollo tecnológico y concentración de capital. Estos dos tipos de modelos (proteccionismo y globalización) han determinado la forma como ha evolucionado la industria, el comercio y la agricultura colombiana y su interrelación con los recursos naturales y el medio ambiente.

El modelo de globalización de los noventa, junto a la reactivación de los acuerdos comerciales en la década pasada y las reformas legales e institucionales introducidas principalmente por la Constitución de 1991 y por la Ley 99 de 1993, están obligando a reducir los niveles de contaminación, lo que favorece al medio ambiente y a los recursos naturales. Bajo el nuevo modelo, los sectores exportadores deben reducir sus niveles de contaminación si quieren competir en el mercado internacional y con el reordenamiento institucional y el ajuste legal (Constitución de 1991 y Ley 99 de 1993) existe más control e instrumentos que están llevando a la disminución de los niveles de contaminación.

Mientras esto sucede a nivel interno, en los países de alto ingreso per cápita, la ciudadanía presiona para que los efectos ambientales generados por la producción manufacturera sean “internalizados” por los agentes productivos. Esto obliga a los grandes conglomerados a impulsar el desarrollo tecnológico ambientalmente menos agresivo. Estándares de calidad ambiental empiezan a ser introducidos en los acuerdos internacionales de comercio, obligando a los países de bajo desarrollo tecnológico a adquirir la tecnología producida por los grandes conglomerados. Los arreglos productivos considerados como ambientalmente sanos o menos agresivos se abren mercado en el mundo entero. Esto, sin embargo, no contrarresta el proceso de degradación ambiental global que estamos viviendo, como tampoco transforma la dinámica ambiental al interior del país. Por el contrario, la homogeneización de los mercados y de la cultura genera importantes efectos ambientales negativos.
DESARROLLO SUSTENTABLE Y EQUIDAD SOCIAL
El problema del desarrollo sustentable, o mejor aún, de la sustentabilidad del desarrollo, tiene que ver con la equidad intrageneracional e intergeneracional en la apropiación de los recursos y en el logro de los beneficios derivados de la utilización de esos recursos, en la producción de bienestar.
En lo referente a la equidad intergeneracional, Robert Solow (Premio Nobel de Economía en 1977) la concibe como un problema de ahorro e inversión, es decir, un asunto de consumo hoy y de suministro para el futuro. En términos de equidad social y de ética no se pueden sacrificar las generaciones de hoy en aras de las criaturas del mañana. La pobreza en el mundo no es una cuestión de justicia social sino de inviabilidad para la sociedad. En consecuencia, la pobreza es un concepto ético, político, económico y técnico. Ético en cuanto tiene que ver con un problema de justicia social. Político en la medida que afecta las relaciones de poder entre los diferentes grupos de la sociedad y entre diferentes países (relaciones Norte-Sur). Económico porque afecta los procesos de acumulación de unas generaciones en detrimento de otras: La pobreza es a menudo una causa del deterioro de los recursos, por su parte la codicia puede ser otra. Técnico pues tiene que ver con el desarrollo de las fuerzas productivas y su consecuente eficiencia en el uso de los recursos y en el aprovechamiento de los desechos.
Respecto a la equidad intrageneracional es evidente que el agotamiento de los recursos y el deterioro del medio ambiente en buena parte es ocasionado por los países ricos. Los siguientes ejemplos nos ayudan a ilustrar esta afirmación. Los ciudadanos de los países ricos consumen 10 a 20 veces más recursos naturales que los de los países pobres, 12 veces más energía, 100 veces más agua; los países ricos producen 17 veces más residuos sólidos municipales por persona que los países pobres. Los países de la organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE) producen el 77% de residuos industriales peligrosos y sólo cuentan con el 15% de la población mundial (ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD. Nuestro Planeta, Nuestra Salud. Informe de la Comisión de Salud y Medio Ambiente de la OMS. Publicación científica No 544. Washington: La organización, 1993).
Lo anterior significa que el estilo de desarrollo basado en el consumo y la ganancia infinitos es inequitativo y altamente destructor de la naturaleza y el medio ambiente. Un estilo de desarrollo como el mencionado, centrado en los valores de la sociedad industrial, conducirían a los países pobres a un callejón sin salida.
POLÍTICA AMBIENTAL EN COLOMBIA


El manejo y protección de los recursos naturales y el medio ambiente en Colombia se ha caracterizado por la evolución de la legislación ambiental y ha sido parcialmente influenciada por la política internacional en la materia. Hasta la expedición del Código de los Recursos Naturales y del Medio Ambiente en 1974, los recursos naturales se manejaron de una manera puntual con un criterio patrimonial y de explotación más que de conservación y su manejo se hizo a través de la creación de organismos que se ocupaban de la explotación de un recurso determinado hasta la utilización integrada y múltiple de varios de ellos.

Antes de 1974, existían una serie de normas fragmentadas y dispersas. En 1908, por ejemplo, se estableció, mediante el decreto 1279, el Departamento de Tierras Baldías y Bosques Nacionales en el Ministerio de Obras Públicas que puso en práctica el pago de obras con bosques, una de las causas del proceso de deforestación de muchas zonas del país. En 1912, se adoptó el Código Fiscal Nacional que contenía normas sobre uso de los bosques en terrenos baldíos con fines tributarios, situación corregida con la Ley 119, que creó la Comisión Forestal en 1989. En 1957, se expidió el decreto 376 sobre pesca marítima. En 1959 se expidió el decreto 1975 sobre pesca en aguas dulces de uso público y se creó el INDERENA, establecimiento público adscrito al Ministerio de Agricultura encargado de la protección y manejo de los recursos naturales renovables; lo que se constituye en el primer esfuerzo del país por conformar una estructura institucional autónoma que se encargara de la protección, manejo, vigilancia, control, investigación, etc., de los recursos naturales renovables.

En 1974, con la expedición del Código Nacional de los Recursos Naturales Renovables y Protección del Medio Ambiente, se empezó a hablar en el país de una legislación ambiental. Este código se constituyó y constituye la principal norma sustantiva en materia ambiental.

En los noventa, los avances han sido significativos. En este período, se estructuró una política ambiental sistemática y rigurosa que incluyó una sólida base institucional, financiera y técnica. La Constitución de 1991, por ejemplo, estableció la función ecológica de la propiedad, señaló los deberes ambientales del Estado, los derechos ambientales de los ciudadanos, ordenó la formulación de políticas ambientales como parte del Plan Nacional de Desarrollo e introdujo la noción de desarrollo sostenible como meta para la sociedad, entre otros aspectos. La Ley 99 de 1993, estableció el Sistema Nacional Ambiental —SINA; modificó la legislación en materia de licencias ambientales, tasas retributivas, tasas por uso del agua, destinación de recursos financieros para la gestión ambiental, y sanciones por infracción de las normas ambientales. Entre los decretos reglamentarios de la Ley 99 de 1993, se destacan el que regula la expedición de las licencias ambientales, el que reglamenta las tasas retributivas, los que organizan los institutos de apoyo científico y técnico del ministerio, el que define la naturaleza jurídica de las corporaciones autónomas regionales y el que reglamenta aspectos concernientes con la prevención y control de la contaminación atmosférica, entre otros. Se destaca también que el 0,1% del PIB (inversión pública) debe destinarse a la protección ambiental.

En los planes de desarrollo del país, con excepción de la “Revolución pacífica” y del “Salto social”, no aparece expresada explícitamente política alguna que se ocupe de manera integral de los recursos naturales y el medio ambiente. Los programas de desarrollo elaborados hasta 1990, consideraron los recursos naturales desde sus perspectivas de aprovechamiento con un enfoque exclusivamente extractivo y de aprovechamiento de corto plazo.

En los sesenta, las políticas de desarrollo se formularon en los llamados “planes comunes” de desarrollo de LLERAS CAMARGO, 1958-1962, y LLERAS RESTREPO, 1966- 1970, y en ninguno de éstos se hacen referencias explícitas a políticas ambientales.

Los setenta se iniciaron con la administración PASTRANA, 1970-1974, y su plan de desarrollo “Las cuatro estrategias” no incluyó explícitamente la dimensión ambiental en su política, pero sí propuso acciones concretas en materia de saneamiento ambiental. En este último gobierno se creó, mediante decreto 1040 de 1973, el Consejo Nacional de Población y Medio Ambiente. Además, la Ley 23 del mismo año le dio facultades al ejecutivo para dictar el Código de los Recursos Naturales Renovables en 1974.

El plan “Para cerrar la brecha” de ALFONSO LÓPEZ, avanzó legislativamente y en acuerdos bilaterales pero lo ambiental lo relaciona específicamente con el ámbito construido y sólo marginalmente con lo natural. En el “Plan de integración nacional” de la administración TURBAY, se buscó crear condiciones para la explotación de los recursos naturales por parte del sector privado; sin embargo, los efectos de este plan sobre la protección tanto del ambiente natural como del construido no tuvieron una significación mayor que la de los anteriores planes de desarrollo.

En el plan de desarrollo “Cambio con equidad”, de la administración BETANCUR entre 1982-1986, los temas del ambiente natural y construido estuvieron comprometidos en las políticas sectoriales de la producción con un enfoque ante todo de aprovechamiento y secundariamente de conservación. En el “Plan de economía social” de BARCO, 1986-1990, no se distingue mucho de los anteriores en lo ambiental, excepto en la política de desarrollo territorial. No obstante, por primera vez un documento oficial buscó integrar las políticas de desarrollo económico y social con las de desarrollo espacial, siendo el primer intento explícito de incorporar la dimensión ambiental en la planificación.

En la administración GAVIRIA, 1990-1994, se introdujo por primera vez una política ambiental específica en un plan de desarrollo “La revolución pacífica”. En este período, los avances en materia ambiental fueron significativos porque se estructuró una política ambiental sistemática y rigurosa que incluyó una sólida base institucional, técnica y financiera. En este período, los avances estuvieron marcados, además del plan de desarrollo, básicamente por la Constitución de 1991 y la Ley 99 de 1993, como se muestra más adelante.

En el plan “El salto social” de la administración SAMPER, 1994-1998, el primero que se elabora bajo la nueva Constitución colombiana, se formuló una política ambiental específica, cuyo objetivo fue avanzar gradualmente hacia el desarrollo humano sostenible. En este plan se consideró al ambiente como el factor básico del desarrollo humano y de su sostenibilidad. Sin embargo, el capítulo de desarrollo sostenible no logra permear las propuestas sectoriales contenidas en las demás partes del plan.

EVOLUCIÓN DE LA LEGISLACIÓN AMBIENTAL Y DESARROLLO ECONÓMICO EN COLOMBIA

En el orden jurídico nacional, los momentos que han marcado la evolución de la legislación ambiental son: la expedición del Código Nacional de los Recursos Naturales Renovables y Protección del Medio Ambiente o decreto ley 2811 de 1974; la promulgación de la nueva Constitución en 1991; la aprobación de la Ley 99 en 1993; la Ley 152 orgánica de planeación en 1994; y la Ley 188 en 1995. Sin duda alguna, estos cuatro momentos resumen la evolución de la política ambiental en Colombia en materia legislativa.

En materia económica sostenible lo más reciente en nuestra legislación es el Decreto 2680 del 19 de Julio de 2010 Por el cual se aplica provisionalmente la "Decisión del Consejo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que establece un centro de desarrollo de la organización", adoptada por el Consejo en su vigésimo novena Reunión, en París, el 23 de octubre de 1962, y el "Acuerdo mediante canje de notas entre el Gobierno de Colombia y la Secretaría General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), para la vinculación de Colombia como miembro del centro de desarrollo de la OCDE", concluido el 24 de julio de 2008.

El cual fue expedido considerando, entre otras: “Que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), fundada en 1961, tiene por finalidad apoyar el desarrollo económico sostenible, incrementar el empleo, elevar los niveles de vida, mantener la estabilidad financiera, apoyar el desarrollo económico de otros países y contribuir al crecimiento del comercio mundial.

Que el objetivo o finalidad del Centro es conjugar los conocimientos y la experiencia disponibles en los países participantes tanto acerca del desarrollo económico como de la formulación y ejecución de política económica de tipo general; adaptar dichos conocimientos y experiencia a las necesidades reales de dichos países o regiones en proceso de desarrollo económico y poner los resultados a disposición de tales países”.

No obstante los avances que se han expuesto en la legislación ambiental en Colombia, es necesario desarrollar otras disposiciones e iniciar la aplicación de toda la legislación ambiental disponible si queremos acercarnos a los principios del desarrollo sostenible. En dicha aplicación es indispensable el concurso de los diversos sectores de la sociedad civil proponiendo soluciones a problemas ambientales, ejecutándolas y fiscalizando su cumplimiento.


IMPLICACIONES DE LA POLÍTICA AMBIENTAL SOBRE EL DESARROLLO

La aplicación de una política ambiental que obligue y/o incentive a los productores a internalizar los costos ambientales tiene efectos sociales positivos pero desestimula a las empresas que más contaminan al incrementar sus costos. De hecho, empresas que arrojen una rentabilidad negativa cuando incluya en sus costos los efectos ambientales negativos que generan podrían desaparecer. La alternativa de tales empresas será reestructurar su sistema productivo con procesos tecnológicos más limpios y eficientes si quieren competir y permanecer en el mercado.

La implementación de una política ambiental causa, entonces, impactos sobre algunas de las variables que determina el desarrollo económico y, por lo tanto, sobre el desarrollo económico mismo. De esta forma, aunque difícil, es importante determinar el efecto final de una política de esta naturaleza sobre el desarrollo.

A manera de ejemplo, se resalta el trabajo de RAMÍREZ J.M. (1996), en Planeación y Desarrollo, vol. XXVII, nº 2. que busca, a través de un modelo de equilibrio general, estimar el impacto probable de la aplicación de tasas retributivas por contaminación hídrica sobre las principales variables macroeconómicas, sobre los impuestos pagados por los sectores industriales, y sobre los precios y la producción. Donde se concluye que es conveniente, desde el punto de vista económico, la implementación de una política ambiental como las tasas por contaminación hídrica.

La implementación de una política ambiental efectiva y eficiente causa impactos que pueden redireccionar el desarrollo económico y llegar a modificar el estilo de desarrollo global. Experiencias recientes como la de Alemania señalan que el reformismo ambiental es posible y genera efectos positivos, aun en medio del carácter predominante de las actuales categorías de desarrollo.


CONCLUSIONES:

En conclusión, la sostenibilidad es un concepto esencialmente vago, pero muy sonoro y adecuado para adornar discursos. No obstante, si le queremos dar algún contenido útil, tenemos necesariamente que relacionarlo con el futuro, es decir, con el bienestar de las futuras generaciones. No se trata, como pensaba la UNESCO, de dejar el agua, el aire y los recursos de los suelos tan puros y descontaminados como cuando la actividad humana comenzó en el planeta y dejar sin degradar todas las especies animales y vegetales. Eso no es factible ni tampoco deseable. Es importante entonces utilizar un concepto de sustentabilidad que nos sea útil para la acción, es decir, que lo que estamos obligados a mantener no es una cosa o un recurso en particular sino una capacidad general para crear bienestar. En otras palabras, tomar decisiones en las esferas tanto públicas como privadas: lo que hagamos hoy como personas o como sociedad repercutirá sobre el futuro individual y colectivo de las generaciones futuras.
El desarrollo económico debe sufrir un cambio de estructura basado en que el consumo y la ganancia sean equitativos, con respeto a la dignidad humana, así mismo la naturaleza y el medio ambiente sean protegidos. Sólo así el desarrollo económico será sostenible, pues no se centrará únicamente en los valores de la sociedad industrial sino también en el hombre, la naturaleza y el medio ambiente, elementos indispensables para el progreso o evolución de los países en especial los más pobres.
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